sábado, 23 de abril de 2011

¡¡Humana estúpida!!¡¡Me obligas a ser mala!!

Aunque no me lo dice porque no ha nacido con la capacidad para ello, esa es la frase que ronda más a menudo por la cabeza de mi gata, Lila. La bolita de sebo ha nacido con carácter, tanto que como los otros gatos le toquen las narices, va a tirarse a sus orejas a lo bestia.

Lila tiene una cabecita enana con unos ojos enormes. También es rabicorta y de patas finas, las cuales sujetan la albóndiga que tiene por cuerpo. Todas esas características le han hecho ganarse el apodo "Garrapatita". Recuerdo una vez cuando se la enseñé a un amigo por Web Cam. Lo primero que dijo al verla fue "Tiene... ojazos". Añadiré que nos la vendieron carísima afirmando que era una siamesa pura... purísima, tanto que tiene el paladar rosa... nuestra anterior siamesa, pura, de paladar negro y rabo largo nos salió más barata.

También "Foquita" es otro de sus apodos. Este viene de la clasificación de la raza siamesa. Un día, leyendo un libro, encontramos una parte donde el autor se refería a su gato siamés como "Punto azul". Mirando en internet, encontramos que según su pelaje, pueden pertenecer a un punto o a otro. Pues bien, había punto azul, lila, chocolate y por último, punto foca. Por ironías de la vida, nuestra gordita pertenecía al último de los citados. Las risas se apoderaron de la casa durante varios días a causa de este hecho.

Por ahora parece que no le tengo mucho cariño a la gata. Pues no, eso no es cierto. La adoro. Dormimos siempre juntas y es una compañía más que agradable. Su mal genio la hace muy especial, y además esa personalidad propia que tiene en comparación con los otros dos es la que le ha hecho ganarse mi cariño. A su vez, yo me he ganado el suyo. Cada uno de mis tres gatos tiene su propio "humano doméstico" (No recuerdo dónde leí esa definición ahora, pero me parece la que mejor expone la opinión que tienen los gatos de nosotros) y sin duda, yo soy la de Lila.

Y por eso he querido dedicarle una entrada en el blog, porque creo que después de todo lo que hemos pasado, las risas que me ha provocado, la ternura que me causa cuando la saco a investigar por el por el portal de mi casa, o el simple hecho de que dormimos todas las noches juntas, se lo merece.

¡Fotosss!



                        Lila con cara de: "¿Qué coño haces despierta a estas horas? ¿Y esa cámara?"



Una de las escasas fotos decentes de Lila. (Sí, la de
detrás soy yo. Y sí, llevo la mano pintada. El por qué
es largo de explicar).


                                       
                                  Este es uno de los pocos momentos en el que Lila no
                                  está intentando perforarle la oreja a uno de los otros dos
                                  (en este caso, Bruno).

No hay comentarios:

Publicar un comentario